La odisea de las especias de una belga: Descubriendo la cultura, los colores y el alma de la India

¡Hola! Mi nombre es Noémie Paté y soy originaria de Bélgica. Viajé a la India con el propósito de conocer a la familia de mi novio. Tras un largo viaje de 12 horas, finalmente llegué a Rohtak, en el estado de Haryana. Con gran respeto, saludé a sus padres utilizando el saludo tradicional “Namaste ji”, que se traduce como “Me inclino ante usted, señor/señora”. Para dirigirme a su abuela, empleé el saludo especial “Ram Ram”, asociado con el dios Rama, con el fin de expresarle mi respeto y desearle felicidad.

En la India, gran parte de la población muestra respeto por los animales siendo vegetarianos. Además, es común ver cómo colocan cuencos de comida en las afueras de sus hogares para alimentar a los monos, perros y vacas callejeras. También es frecuente encontrarse con monjes que caminan por las calles entonando cánticos, pues ellos renuncian a los bienes materiales en busca de la iluminación espiritual. La comunidad local les ofrece comida y, a cambio, reciben bendiciones.

Para muchos habitantes, la presencia de un europeo resulta inusual, por lo que desperté su curiosidad y me realizaron numerosas preguntas. En una ocasión, un joven recién casado que se dirigía a su boda me invitó amablemente a bailar con él. Los indios tienen la hermosa costumbre de tratar a todos como si fueran miembros de su propia familia. Me emocionó profundamente cuando las personas mayores me llamaban “hija”, las personas de mi edad me llamaban “hermana” y los niños me saludaban cariñosamente como “tía”.

Tuve la suerte de asistir a una boda de cuatro días. Durante el primer día, arrojamos “haldi” (cúrcuma) sobre los novios para otorgarles un brillo radiante en la piel. Posteriormente, bailamos y la pareja intercambió sus anillos. En el segundo día, los novios celebraron por separado con sus respectivas familias. El día de la boda, la pareja selló su unión dando siete vueltas alrededor del fuego, un símbolo de su vínculo eterno. Esta antigua tradición, arraigada en las creencias hindúes, representa las siete reencarnaciones a las que se comprometen, prometiendo permanecer juntos durante toda la vida. En el último día, la familia del novio recibió a la novia y, juntos, celebramos y bailamos en honor a los recién casados.

Este viaje me enseñó que tratar a cada individuo como si fuera parte de nuestra propia familia crea lazos sólidos y fomenta la empatía, la atención mutua y el apoyo.

Les recomiendo encarecidamente visitar la India y sumergirse en esta cultura rica y fascinante.