En un asentamiento rural en el noreste del Sertão vive Raimunda, una joven soñadora. Raimunda creció entre tierras áridas y sueños de una vida mejor. Desde temprana edad fue testigo de la partida de muchos de sus amigos y familiares en busca de una vida mejor en ciudades lejanas. 

Raimunda decidió resistir y no ceder al destino impuesto por la migración masiva. Creó un grupo de teatro, con otros jóvenes de la comunidad, que se centra en sus historias y la riqueza de su tierra. Para eso utilizaron el arte y la cultura como aliados para ayudar a los jóvenes a permanecer en la comunidad. En poco tiempo, el grupo ganó reconocimiento regional, estatal e incluso nacional. 

Las presentaciones cautivaban a las audiencias donde quiera que fueran, llevando mensajes de esperanza y orgullo por la cultura del país. Sin embargo, ya que los miembros se hacían mayores, algunos comenzaron a evadirse una vez más en busca de estudios. Otros se fueron en busca de trabajo y así emigraron a la gran ciudad. Perdieron espectáculos y dejaron tanto la comunidad como las familias desaparecidas. Raimunda se encontró ante el dilema de quedarse o irse, esa era la pregunta. Raimunda fue a estudiar a otra ciudad, pero siempre mantuvo la esperanza de regresar a su lugar y hacer lo mejor por el grupo y su comunidad. 

Hoy en día, Raimunda es profesora y coordinadora de su grupo, donde sigue trabajando con sus alumnos y miembros. Se centran en la valorización de su identidad como jóvenes rurales y en la profesionalización de los participantes. Así facilitan su permanencia en la tierra con la cultura como forma de generar ingresos y la formación como método para conseguir frenar el éxodo rural y contribuir al desarrollo local. 

Traducido por: Asmae Maataoui

Revisado por: Ingrid Inkindi Dusenge