El medio ambiente es todo el entorno que nos rodea. De él obtenemos la materia prima que utilizamos para vivir. Es por esto que, cuando hacemos mal uso de los recursos naturales que tenemos a disposición, lo ponemos en peligro.

El aire y el agua, ambos indispensables para vivir, se están contaminando. Por tanto, debemos educarnos para no contaminarlo y darle un uso adecuado. Defenderlo es parte de nuestro deber ya que nos convierte en agente dinámico y activo. Así fomentamos la cooperación que nos garantizará un mejor futuro y un país más sano.

Como familia podemos asumir actitudes, tanto individuales como colectivas, en la defensa del mismo. Buscando soluciones que impidan su contaminación y degradación. El deterioro en que se encuentra el medio ambiente exige que asumamos responsabilidades sobre la contaminación ambiental y los peligros que representan para el desarrollo de nuestra sociedad, con la finalidad de contribuir a contrarrestarlos.

Compromisos que podemos asumir: Analizar críticamente el entorno social y natural. Fomentar en nuestros hijos e hijas el ámbito de plantar árboles en nuestro entorno. Participar en actividades relacionadas con la conversación y preservación del ecosistema del país. Previniendo la deforestación y la contaminación ambiental. Asumir responsabilidades de protección del medio ambiente de forma individual o colectiva. Hacer conciencia sobre la frase «No hagas a otros lo que no te guste que te hagan a ti.»

Esto con el objetivo de propiciar un hábitat adecuado a las diferentes especies de seres vivos que nos rodean. Recuerda: para que ames a los demás primero te tienes que amar a ti mismo.