Arroz, no balas
El hambre cero es el segundo Objetivo Sostenible de la UNESCO. ¿Cómo es que muchos agricultores, que proporcionan seguridad alimentaria al mundo, acaban pasando hambre ellos mismos y son víctimas de violaciones de los derechos humanos? Esta paradoja es la lucha mortal de los agricultores de Kidapawan en marzo de 2016 en mi país, Filipinas.
Nuestra ubicación tropical nos hace más vulnerables a los riesgos climáticos. Durante cinco meses, desde noviembre de 2015, El Nino había provocado una sequía asfixiante.
Nuestra gente se moría de hambre. Los agricultores sufrían especialmente la pérdida de ingresos y la hambruna. Desesperados, pidieron alimentos ante la Autoridad Alimentaria Nacional, pero fueron rechazados. Las semillas resistentes a la sequía solo se liberaron en febrero, pero ya era demasiado tarde.
Finalmente, el 29 de marzo de 2016, más de 500 agricultores de Kidapawan y 6.000 lugareños salieron a la calle bajo un sol abrasador, exigiendo alimentos al gobierno. Pero el gobernador Taliño-Mendoza, que previamente había prometido dar arroz, se negó a ayudar por razones administrativas. A las 10 de la mañana del 30 de marzo expiró el permiso de protesta. La policía acudió con violencia para disolver la protesta, utilizando porras, piedras, cañones de agua y, finalmente, armas de fuego. Tres agricultores murieron, 16 resultaron heridos y 76 fueron detenidos.
Las comunidades agrícolas producen el 85% de los alimentos del mundo y, sin embargo, están muy mal representadas cuando se trata de derechos humanos. Hasta ahora, el único tratado internacional para ellos es el Tratado Internacional de Semillas, pero las semillas no son las únicas necesidades. Con el empeoramiento del cambio climático, debemos aumentar nuestro apoyo AHORA y defender las mismas manos que nos alimentan o esta historia se repetirá en más países.
¿Cómo utilizar esta historia en el aula?
Los autores del vídeo han creado un material didáctico (haz clic para descargarlo o encuéntralo más abajo) para iniciar un diálogo constructivo.
En palabras de los autores;
"En la actual generación de expertos en tecnología, integrar el uso de películas digitales en la educación es una forma poderosa no solo de concienciar sobre determinados temas y causas que merecen la pena, sino también de mantener a los participantes comprometidos y llevarlos a realizar acciones concretas".
El pasado 11 de enero de 2018, un equipo de estudiantes del Postgraduate International Educating Class (PIEC) de la UCLL, Bélgica --- Eliza Cody, Danette García y Rita Ebong --- llevaron a cabo una "Sesión informativa y seminario" titulado: "Arroz, no balas: Defender los derechos humanos de los agricultores" como su proyecto de prácticas. Esto formó parte del Festival de Cine y Seminarios de la escuela en Pangaea ese día, al que se unieron otros 3 equipos que abordaron diversos temas.
Con la ayuda de Comundos, el equipo creó Arroz, no balas, un documental oportuno, que invita a la reflexión y que es conmovedor, sobre la difícil situación de los agricultores en crisis. En esencia, este cortometraje digital subraya cómo los derechos humanos se complican con el empeoramiento del cambio climático. Tras sufrir una sequía grave durante meses, los hambrientos agricultores de Kidapawan, en Filipinas, salieron a la calle el 29 de marzo de 2016 y bloquearon la carretera bajo el calor abrasador del sol para pedir desesperadamente arroz al gobierno. Arroz, no balas lleva una historia local a la comunidad mundial, abordando la misma realidad a la que se enfrentan los agricultores de todo el mundo. Existe una relación simbiótica entre los derechos humanos, el clima y la cultura, y la situación de los agricultores representa la complejidad de esta tríada. Poner cara a estos agricultores muestra la verdadera urgencia e importancia del Objetivo de Desarrollo Sostenible de la UNESCO "Hambre cero".
La actualidad de " Arroz, no balas " crea un sentimiento de urgencia entre los espectadores para actuar y defender a los necesitados. Esta historia es muy relevante para todos los espectadores porque los agricultores son la columna vertebral de nuestro sistema económico y nos proporcionan seguridad alimentaria a todos. Como material didáctico, la película hace que el espectador se sienta capacitado, como si tuviera que actuar inmediatamente.
A través de la sesión informativa y el seminario, el equipo concienció sobre la importancia global de los agricultores, conectó la historia con los propios espectadores a través del valor de la atención y el empoderamiento y, por último, ayudó a los participantes a identificar formas tangibles de mejorar los derechos humanos de los agricultores a nivel local e internacional, ya sea como individuos o como grupo.
El seminario finalizó con la "Campaña Actúa Ahora", en la que se animó a los participantes a contribuir a la concienciación para apoyar a los agricultores de todo el mundo compartiendo el enlace de la película "Arroz, no balas". Les invitamos a ustedes, queridos lectores, a que vean y compartan el enlace para crear conciencia sobre la difícil situación de los agricultores, como una pequeña forma de devolverles nuestra gratitud como proveedores de alimentos.
Nos gustaría compartir aquí la Guía de la Película, además del Manual y la Guía de Visualización, que es una Guía de Instrucción independiente para los maestros/profesores/educadores que vayan a ver nuestra película "Arroz, no balas" con los estudiantes. Contiene una visión general de los temas principales, puntos de discusión para cada tema y preguntas guiadas para utilizar en clase. También pueden utilizar este manual otras personas simplemente para orientar su visión y responder a las preguntas sobre la película.
Aquí tienes algunos comentarios de la sesión informativa y del taller Pangaea:
También se realizaron entrevistas antes del seminario para medir el conocimiento general de los problemas de los agricultores, así como después de la sesión para recapitular las lecciones aprendidas.
El equipo desea expresar su más sincero agradecimiento a Comundos, especialmente al Sr. Bart Vetsuypens, por impartir los conocimientos necesarios para realizar películas digitales convincentes con 250 palabras impactantes en tan solo 2,5 minutos. También un agradecimiento especial a la profesora de prácticas y gestión de proyectos de la UCLL, Dima Bou Mosleh, por su orientación y apoyo, a los compañeros del semestre de otoño 2017-2018 de la UCLL-PIEC y a todos los participantes de Pangaea.
Un regalo para Comundos
Durante años, Comundos ha estado ayudando a comunidades remotas, escuelas y ONG de todo el mundo en la inclusión digital. Hacemos esto de una manera original mediante el uso de la alfabetización mediática. Trabajamos con 'multiplicadores' a quienes enseñamos a pensar críticamente y hacer un uso relevante de la tecnología de la comunicación.
¿Podríamos pedirles una contribución económica para continuar con este trabajo de ofrecer a las personas menos afortunadas oportunidades para contar su 'historia inspiradora'?
¡Gracias de antemano!
Comundos - Banco Crelán
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