En mi país, Senegal, espacialmente en la región de Tambacounda, el fenómeno del matrimonio infantil aún persiste.

Después de un poco de investigación y experiencia, sé claramente cuál es el problema y de dónde viene. Puedo citar las tradiciones, costumbres, pobreza y leyes.

Maïmouna es una niña de 16 años que aprende en tercer grado. Su padre la dio en matrimonio con un hombre que vino de Francia, un rico "modou_modou", que tiene casi la misma edad que él, sin pensar en las consecuencias.

Al principio, algunos miembros de la familia negociaron con el padre, especialmente su tío, para que Maïmounan terminara sus estudios, sin éxito. 

No fuimos a la justicia, porque no hay armonización de las leyes de Senegal entre el código de protección del niño y el de la familia. La protección infantil otorga derechos a cualquier personas de 0 a 18 años de edad y el código de la familia autoriza el matrimonio a partir de los 16 años. 

Y Maïmouna dejó la escuela para casarse.

Maïmouna vive en condiciones muy difíciles, porque su marido ya no se preocupa por ella. Es su tío quien está obligado a intervenir con su esposo. El padre no se atreve porque la cantidad solicitada por la dote era enorme. Entonces, él sabe lo que le espera, si dijese algo (pagando).

Para poner fin a este flagelo, las Asociaciones para la protección infantil en Senegal, luchan por la adopción del código del niño. Lo hacen junto con los niños para que se haga una transmisión rápida y comprensible con sus compañeros. Sensibilizan a los padres y a todos los actores interesados. Llevan la defensa a nivel de las autoridades competentes como el CDPE (consejo asesor y departamental para la protección del niño).

Han creado una gran coalición a nivel nacional para hacer frente a los diversos desafíos a los que se enfrentan los niños.

Traducción por: Sheila Gálvez