Soy de Guatemala, un país enormemente rico, considerada como centro de origen de especies; como el maíz, el frijol, el cacao entre otros.

Orgulloso de pertenecer al pueblo maya q’eqchi’, uno de los varios pueblos situados al norte de Guatemala, herederos del conocimiento milenario de los abuelos mayas, que convivieron con una exuberante naturaleza imitándola en sus agricultura. La interpretación de la luna  para poner un ejemplo, se ha utilizado para planificar las siembras y pronóstico de las lluvias, mi abuelo me enseñó que se siembra en luna llena el maíz para que no se arruine pronto.

Actualmente nos encontramos con una amenaza latente de perder esa biodiversidad que aún nos queda, porque las políticas que impulsa los gobiernos están destinadas a saquear la riqueza biológica, a privatizar la vida y así hacernos más dependientes de las empresas transnacionales, ocasionando un éxodo campesino hacia las zonas urbanas y francas.

El sistema milpa; maíz, frijol, hierbas, hongos, chiles, es una de las tantas prácticas antiguas que promovemos y trabajos, participando hombres y mujeres en todo un ciclo de producción natural, donde el maíz convive con muchas especies que las aprovechamos conforme esta crece, este sistema data de una tradición de convivencia entre los seres humanos y que para mí eso no tiene precio, como también es una forma de resistir a los embates de la pobreza globalizada que se está generando en los campos indígenas.

¿Y tú quieres ser parte de este reto?