El valor de un padre
En una comunidad muy lejana de la ciudad de Quetzaltenango, llamada El Rincón en San Martín Sacatepéquez, vivía mi familia, muy sencilla, humilde como ninguna.
Mi papá Felipe Cabrera Juárez, siempre salía a trabajar de sol a sol cada mañana. María, mi mamá, nos cuidaba y realizaba sus oficios domésticos. En esa bella comunidad vivía otra familia, que a veces eran de buenas relaciones con las personas y otras veces no. Un día, un integrante de esa familia empezó a criticarnos diciendo que mi padre solo se mantiene borracho, ni se preocupa por la vida de su familia, así Guatemala ocupará el primer lugar en el consumo de licor; inventaba que éramos ladrones y que habíamos entrado a robar en su casa., mientras se burlaba a carcajadas.
Mi papá, a pesar de las críticas, trabajaba y no le importaba lo que la vecina hablaba y nunca dejaba de protegernos. Siempre se esforzaba para proveer nuestros alimentos, vivienda, vestuario, y salud. Mi padre siempre nos decía; “Hijos míos, esposa amada, por favor nunca humillen a sus hermanos, ni a sus vecinos, porque todo lo que se siembra se cosecha, Hemos luchado mucho para vivir en paz, para que ustedes puedan tener una vida mejor. Quizá muchas veces queríamos un par de zapatos, pero nunca los compramos por nuestra situación económica”.
Mi papá se enfermó por muchos días y un día…murió.
Sus últimas palabras fueron; Hijo mío cuida a tu mami no le faltes el respeto, obedece los consejos de los ancianos, ellos han vivido y tienen mucha experiencia en la vida, pero cuídense. Mi papá descansó con una sonrisa en su rostro. “En ese tiempo, además de la crítica, vivíamos el conflicto armado interno, muchos de los campesinos sobrevivían por la situación que estaban pasando”. No tenemos derecho de juzgar a otras personas sin haber corregido nuestros propios errores. Juzguemos de manera constructiva sin lastimar al prójimo.
Un regalo para Comundos
Durante años, Comundos ha estado ayudando a comunidades remotas, escuelas y ONG de todo el mundo en la inclusión digital. Hacemos esto de una manera original mediante el uso de la alfabetización mediática. Trabajamos con 'multiplicadores' a quienes enseñamos a pensar críticamente y hacer un uso relevante de la tecnología de la comunicación.
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