¡¡¡Una vida saludable depende del agua limpia!!!

Hola, mi nombre es Luciana Borges. Nací en el interior del Estado de Bahía. Mi padre es granjero y mi madre es maestra.

Durante muchos años, mi familia vivió sin acceso a agua potable y electricidad. El agua que bebíamos era de pequeños abrevaderos en nuestra tierra, donde los animales también saciaban su sed. Nuestra rutina diaria era buscar agua muy temprano, porque si los animales llegaban primero el agua estaría fangosa y sucia. Para beber esta agua tuvimos que tratarla con cloro y luego filtrarla. E incluso entonces, arriesgábamos enfermarnos. Y cuando llegó la sequía, los pozos de agua se secaron, y nuestra única opción fue pedir agua a los granjeros, que con frecuencia nos rechazaron.

Con gran dificultad, la comunidad obtuvo recursos financieros de las ONG para construir cisternas para almacenar agua para el consumo; más tarde, la comunidad estableció un fondo rotativo que ayudó a muchas familias necesitadas. Nuestra alegría fue cuando pudimos cumplir nuestro sueño de construir una cisterna. Ahora debemos orar para que la lluvia llegue pronto para que se llene. Y eso es lo que pasó.

Después de eso tuvimos agua limpia para beber, y los animales ya no ensuciaron nuestra agua. Nuestro trabajo ahora es mantener el sistema de captación de agua siempre limpio. Con la cisterna hemos ganado salud y hemos dejado de caminar largas distancias bajo el ardiente sol, llevando el peso del agua. ¡El agua es nuestro mayor bien! La universalización de su acceso es fundamental para las familias y su capacidad para tener autonomía y una mayor calidad de vida.