Transferencia tecnológica:

El viaje de Violeta Sumile en medio de la grandeza y las festividades de la ciudad de Butuán, en sus afueras se encuentran las situaciones más graves de los campesinos empobrecidos.

Sin embargo, una agricultora demostró que la pobreza nunca es un obstáculo para vivir una vida exitosa y satisfactoria. Violeta Sumile, de 46 años, casada y madre de un hijo, ha soportado muchas luchas en la vida antes de salir victoriosa. En 1998, Violeta y su marido trabajaban en una fábrica de pollos local, pero más tarde dejaron su trabajo al darse cuenta de que no los llevaría más lejos. Alquilaron un trozo de tierra para la agricultura, pero no tuvo éxito. Justo a tiempo, Jerry Herana, el hermano de Violeta, le enseñó sobre el cultivo de hongos; requería menos finanzas y tenía un buen mercado. Les llevó tres días aprender las técnicas.

Años más tarde, se convirtió en el negocio familiar pero pronto se marchitó debido a asuntos familiares que la dejaron sin perspectivas. En 2015, Violeta emprendió un nuevo camino al dedicarse a la capacitación y a los seminarios. Se convirtió en la presidenta de su asociación, y luego les mostró a sus miembros el cultivo de hongos, que más tarde se convirtió en el negocio de su asociación. El 4 de marzo, comenzaron su primera plantación con y después de 15 días empezaron a cosechar, lo que llevó cinco días, y luego continuó la segunda plantación.

Recientemente, la asociación organizó un programa de alimentación con hongos para los jardines de infancia, ya que se ha demostrado que los hongos son nutritivos. Y ahora, Violeta ha sido invitada como oradora durante la formación sobre la producción de hongos en un barrio vecino. Cuando se le preguntó qué se siente al compartir sus conocimientos, expresó un profundo sentimiento de logro ya que no sólo no compartió, sino que potenció su asociación.

 “Traducción hecha por Daniel Gil, estudiante de traducción de la Vrije Universiteit Brussel”